Te voy a contar un poco de mi historia que me ha llevado a dedicarme al acompañamiento de personas en su proceso de crecimiento personal.

A los 32 años, sin un motivo aparente, estaba en un “buen” momento, tranquilo, se empiezan a destapar, sensaciones que yo había ido guardando, diciendo que no pasaba nada. Después de meses sin sentirme bien sin saber realmente qué me pasaba, entro en una crisis de angustia y ansiedad, me doy cuenta de que yo sola no voy a poder hacerme cargo de lo que me estaba sucediendo.

Busco ayuda e inicio un proceso terapéutico de crecimiento personal de terapia Gestalt y a partir de ahí me doy cuenta de las cosas que me estaban sucediendo y que a mí me producían sufrimiento.

Una de las primeras cosas que me doy cuenta, es que llevaba mucho tiempo viviendo esta situación creyendo que yo era así y que no tenía nada que hacer. Me comparaba constantemente con los demás, nunca llegaba a ser suficientemente buena para nada, nunca decía lo que se esperaba o creía que se esperaba de mí, no hacía las cosas como los demás. Era agotador.

Mi baja autoestima y el estar comparándome todo el rato me dificulta tener relaciones personales satisfactorias, mi propia autoexigencia hacía que fuese difícil mantenerlas y acababa cortándolas por qué si estaba sola no tenía problemas para relacionarme con nadie sobre todo en el ámbito de las parejas. Estaba y me sentía sola.
Descubrí durante mi proceso de crecimiento personal como aceptarme a mí misma, valorarme tal y como soy, sentirme suficientemente buena para estar en este mundo y así también poder aceptar al otro.
Para mí fue un antes y un después en mi vida. Sentir la tranquilidad y el descanso de poder vivir desde otro lugar. Y como no, descubrí que cuanto más me acepto, más me respeto, más me quiero, más acepto a los otros, amigos, pareja, familia…

Gracias a mi proceso pude reconciliarme conmigo, hacer las paces con mi pasado (infancia, familia) y aprender relacionarme sanamente con los demás.

Y voy recorriendo etapas en mi proceso.
Tiempo después, sin prisas y sin pausa, empiezo a formarme en diferentes disciplinas que conozco porque yo he experimentado su resultado, algunas de ellas son la Terapia Gestalt, Coaching, Constelaciones Familiares, el Teatro Terapéutico, la meditación la Biodanza
Al finalizar mis formaciones empiezo a ejercer el acompañamiento a través de procesos de crecimiento personal.
En el 2011 creo junto con mi hermano un centro de Terapias y formaciones en la ciudad de Vic (Barcelona). Donde sigo experimentando diariamente la conexión con las personas y la alegría de su despertar.
Es desde toda esta experiencia personal y profesional que he podido crear mi propio método de acompañamiento en el proceso de crecimiento personal, con mi programa AMAR-TE.

Ahora solo puedo agradecer las etapas vividas como una gran maestría que me permite con cierta facilidad ver y conectar con la angustia y el desconsuelo de otras personas y poder acompañarlos para que dejen de sufrir y conecten con la alegría de ser ellos mismos.

Te invito a una sesión de exploración gratuita en la que te contaré cómo puedo ayudarte